Nos montamos en el tren del desarrollo tecnológico o nos quedamos fuera

En los últimos años el desarrollo tecnológico que ha visto el mundo, probablemente fue impensable décadas atrás, y digo impensable porque, imaginar que tal desarrollo incidiría en todos los ámbitos en que se desenvuelve el ser humano hubiera sido mucho, pero al analizar algunos casos nos damos cuenta de que el mundo actualmente gira en torno a la tecnología en su constante desarrollo.

Si nos detenemos a ver lo que ha ocurrido con los medios tradicionales de comunicación, sin ir muy lejos ni hurgar a fondo, encontramos que en la actualidad todos los medios de comunicación han emigrado su contenido a la plataforma digital y hacen un trabajo paralelo online y offline. Y cómo no hacerlo, si las personas en su mayoría se informan en a través de los medios digitales al usar sus teléfonos celulares mientras cada vez menos personas salen en busca de la prensa impresa o sintonizan los programas de radio y televisión para enterarse de los últimos acontecimientos, que en parte se debe a la inmediatez de los medios digitales a la hora de informar.

También está el caso de las empresas, instituciones y organizaciones que han tenido que renovarse y hacer del desarrollo de la tecnología un aliado, para no desaparecer. Han creado su página web con todas las informaciones sobre: quiénes son, qué hacen, a quiénes van dirigidas, y más. Además, han tenido que unirse al mundo de las redes sociales para satisfacer la necesidad de sus usuarios de estar conectados, por la simple razón de que usan sus productos o servicios.

Por otro lado tenemos a las personas en el ámbito profesional y laboral que si no suben al tren de la revolución tecnológica y se ajustan a los requerimientos de los nuevos tiempos, simplemente se quedan fuera, pues es cada vez más difícil conseguir un empleo digno. No les será posible competir por puestos de trabajos con aquellos que se han renovado al prepararse y adaptarse profesionalmente.

Es un buen momento para interiorizar y conocer si estamos montados en este tren de la revolución tecnológica que nos obliga a reinventarnos cada día.

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